Visitando el Museo: Parte II.

Vamos a continuar con nuestro recorrido virtual del museo. En esta entrada, conoceremos las salas V, VI, VII y VIII.

La sala V está dedicada a las colecciones ibéricas procedentes de los poblados de Lorca y Las Cabezuelas (Totana) Destacan las piezas cerámicas decoradas, siendo las más sobresalientes del Museo se encuentra un kalathos y un gran recipiente para cerveza. El arma característica del guerrero ibérico fue la falcata que aparece ilustrada en el Museo Arqueológico de Lorca, con un ejemplar decorado con nielados de plata procedente de una tumba masculina de la necrópolis de Carranza (Granada). Junto a esta espada curva se muestran otros elementos del armamento de los iberos: escudo, lanzas, funda para la falcata, hebilla del cinto, etc.

En la sala VI se muestran objetos que formaban parte del ajuar de las tumbas de la necrópolis del poblado ibérico de Lorca, como urnas de diferentes formas que contenían los restos humanos incinerados, objetos de bronce (fíbulas, anillos, brazalete), hierro (falcatas, pilum , hebillas) y cerámica (vasitos, píxides, pesas de telar…). Entre estos materiales destaca una copa griega o kylix fechada en el siglo V a.C y el ajuar de una tumba del siglo IV a.C., formada por más de veinte piezas griegas elaboradas en un taller de Atenas.

Imagen del MUAL.

La sala VII es la dedicada a las piezas pertenecientes al período del Imperio romano en el valle del Guadalentín.Destacan las piezas de la villa La Quintilla, con algunas de sus pinturas y reproducciones de sus mosaicos. Junto a diversos objetos procedentes de la vida cotidiana romana (cerámicas, piezas metálicas, pesas de telar, lucernas, etc,), se muestran algunos ejemplos de sepulturas de incineración y de inhumación.
Destaca la colección epigráfica formada por las lápidas funerarias de L. Rubellius, M. Calpurni y C. Placida. Una de las piezas romanas más significativas expuestas en esta sala es una representación del dios Mercurio, modelada en bronce con los atributos propios de esta divinidad romana protectora del comercio, hallada en El Villar de Coy (Lorca).

La sala VIII se centra en la cultura hispanomusulmana. En esta sala se puede apreciar la evolución de la cerámica y su decoración. Un lugar destacado ocupan las jarritas con decoración esgrafíada, las tinajas donde se combina la ornamentación estampillada y esgrafiada y los bacines decorados con cuerda seca total procedentes de la medina de Lorca. La exposición del arco de la puerta de la mezquita del Cortijo del Centeno (La Tova, Lorca) intenta introducir al visitante en el tipo de edificios islámicos de culto que se construyeron en algunas de las alquerías que poblaron el campo de al-Andalus durante el siglo XII.
El ritual funerario islámico se muestra con la recreación de un enterramiento, la cubierta de una sepultura infantil con maqabriya y una lápida sepulcral de mármol, piezas procedentes del cementerio islámico de Lorca.